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Lucir impecable es, sin duda, una de las mejores cartas de presentación que cualquier persona puede tener. Piensa en ese ejecutivo que causa admiración o en esa elegante dama que no pasa desapercibida. Si eres detallista, notarás que gran parte de esa demostración de elegancia se debe al cuidado que tienen de sus prendas a la hora de vestir.
Planchar una camisa puede parecer una tarea sencilla, pero hacerlo de manera efectiva requiere técnica y conocimiento. Con la prisa del día a día, es fácil cometer errores que afectan la presentación de la prenda. En este artículo, te guiaré paso a paso para que planches tu camisa de manera profesional y con resultados impecables.
“Según un estudio de la consultora McKinsey, el 60% de los encuestados considera que una camisa bien planchada es clave para una buena impresión en entrevistas de trabajo.”
Escrito por: Kalley
Octubre 2024
Te traemos un sencillo método llamado POPA (Preparación, Orden, Precisión y Acabado) para que no se te escape nada al planchar esas camisas que harán que tu imagen no pase desapercibida.
Antes de comenzar a planchar, asegúrate de tener todo lo necesario a mano: una plancha de buena calidad, una tabla de planchar firme y una botella de agua con atomizador. El 80% del resultado de un buen planchado depende de una preparación adecuada.
Revisa la etiqueta de la camisa: diferentes telas requieren diferentes temperaturas. Por ejemplo, el algodón se plancha a temperaturas más altas que las mezclas sintéticas.
Usa agua destilada: Evita el uso de agua del grifo en la plancha, ya que puede contener minerales que dañen la prenda o la plancha con el tiempo.
Comienza con el cuello: plancha ambos lados del cuello, desde las puntas hacia el centro, para evitar arrugas. Un cuello bien planchado es esencial para una buena presentación.
Continúa con los puños: desabrocha los puños y plancha primero el interior y luego el exterior, prestando especial atención a las costuras.
Plancha las mangas: sitúa la manga en la tabla de planchar de modo que quede plana. Plancha desde el hombro hasta el puño, evitando arrugas. Si prefieres, puedes utilizar un rodillo de mangas para evitar la línea de planchado que se forma en algunos estilos.
Plancha el área de los hombros: coloca la camisa en la punta estrecha de la tabla y plancha desde el centro hacia los bordes.
Plancha la parte trasera y luego la delantera: plancha la parte trasera primero y luego la parte delantera. Cuando llegues a la zona de los botones, plancha con la punta de la plancha entre ellos, sin presionar demasiado para evitar dañarlos.
Para un acabado impecable, cuida los detalles finales.
Revisa toda la camisa: asegúrate de que no haya quedado ninguna arruga. Si encuentras alguna, repasa suavemente con la plancha.
Cuelga la camisa inmediatamente: esto evita que se formen nuevas arrugas y permite que la tela se asiente correctamente.
Mantén la plancha limpia: una plancha sucia puede transferir residuos a la camisa. Limpia la base de la plancha regularmente con un paño húmedo y una pequeña cantidad de bicarbonato de sodio.
Utiliza la función de vapor: si tu plancha tiene esta opción, úsala para eliminar las arrugas más difíciles. El vapor es especialmente útil para telas como el algodón y el lino.
“Un informe de la Asociación Americana de Lavandería revela que el 40% de las personas prefieren delegar el planchado en profesionales debido a la falta de tiempo, pero con una técnica adecuada, es posible hacerlo en casa de manera eficiente.”
Asegúrate de desabotonar y desplegar completamente el cuello antes de planchar. Comienza desde las puntas hacia el centro para evitar arrugas.
No uses demasiada presión, ya que esto puede dejar el cuello con un aspecto rígido o acartonado. Plánchalo suavemente y, una vez terminado, deja que se enfríe completamente antes de doblarlo para mantener su forma.
Siempre desabrocha los puños antes de planchar. Comienza planchando el interior del puño, y luego el exterior. Esto asegura que ambos lados queden perfectamente lisos.
Los bordes del puño pueden ser difíciles de planchar. Utiliza la punta de la plancha para alisar bien las costuras y pliegues.
Seguramente te ha pasado que estás de visita en el matrimonio de un gran amigo, en una rueda de negocios o en un lugar fuera de casa y ¡Oh! Sorpresa, tienes la camisa arrugada y no cuentas con una plancha a la mano.
Bueno, no te preocupes, acá unos tips que seguramente te ayudarán en cualquier situación de emergencia, toma nota: