Cómo conservar los alimentos y mantenerlos en buen estado
Descubre los consejos principales para conservar los alimentos y mantenerlos en buen estado.
Escrito por: Kalley
12 Junio 2020
¿Eres de los que llega a fin de mes sin haber tirado a la basura ningún alimento de tu mercado, o eres de los que merca apenas lo justo para una semana porque todo se te daña, o de los que compra todo “biche” para que te dure más?
Hacer mercado para abastecer tu nevera y tu despensa y así tener a la mano una gran variedad de víveres para preparar tus comidas del día a día no tiene que ser un dolor de cabeza. Si bien algunos productos tienen una vida muy corta, existen métodos sencillos para lograr la conservación de los alimentos.
En Kalley te compartimos la importancia de la conservación de los alimentos con la que lograrás que tus alimentos duren por mucho más tiempo en buen estado y así ¡no tendrás que desperdiciar nada!
Las mejores técnicas de conservación de alimentos
Si pones en práctica estos consejos, podrás comprar los alimentos que estén en cosecha (que también son los más baratos) y reservarlos por más tiempo para mantener la variedad en tu mesa y la economía en tu bolsillo. Veamos:
Refrigerar los alimentos
Este es el método más simple y común para conservar alimentos en buen estado. De acuerdo con algunos expertos, las bajas temperaturas de la nevera ayudan a reducir la velocidad de acción de las bacterias que degradan los alimentos hasta 10 veces más que cuando permanecen a una temperatura ambiente.
Además, todo lo que se pueda comer, puede ir a la nevera, bastará con hacer una buena cocción o simplemente calentar algunos alimentos para que se sientan tan frescos como si nunca hubieran estado refrigerados.
Congelar los alimentos
Este es el método más rápido y efectivo, pues a diferencia de la refrigeración, cuando congelas un alimento, casi que detienes por completo el proceso de degradación. Lo primero que debes saber es que todo lo que vayas a congelar debe estar empacado en contenedores preferiblemente de vidrio, silicona u otro material rígido diferente al plástico.
Para lograr un buen congelado y que la calidad del sabor y la textura de los alimentos no afecte, o lo haga lo menos posible, la temperatura de tu congelador debe estar entre -18°C Y -25°C, pero idealmente en -17°C o -18°C.
Y, aunque en teoría todos los alimentos pueden permanecer hasta un año en el congelador en perfecto estado, no te recomendamos congelar frutas frescas y verduras como la cebolla o el pimentón, pues al descongelarlas no quedarán bien para consumir crudas, pero sí estarán perfectas para batidos y o para preparaciones de platos cocidos.
Utilizar contenedores herméticos
Los contenedores herméticos evitan la proliferación de microorganismos y retrasan la degradación de las enzimas, ayudando a mantener los alimentos en buen estado durante mucho más tiempo para que puedan consumirse en su condición original.
Para el caso de las frutas y las verduras es recomendable usar contenedores que sí permitan la entrada de aire, pues una correcta ventilación ayudará a mantenerlas frescas. Si no tienes contendores de este tipo, puedes simplemente guardarlas en alguno de los cajones de tu nevera.
Otro tip que funciona para alargar la vida de alimentos que se descomponen rápido, como las fresas, el cilantro, el apio o el repollo, es usar una toalla de papel dentro del recipiente hermético para que este absorba la humedad y se minimice el crecimiento microbiano.
Controlar la temperatura de la nevera
La clave de una buena refrigeración está en mantener tu nevera en una temperatura lo suficientemente baja para ralentizar el proceso de descomposición de los alimentos sin que estos lleguen a congelarse.
No importa si el medidor de temperatura es análogo o digital. Lo ideal es mantenerla en la mitad del rango de opciones, que usualmente viene entre 0°C y 6 °C. Y, en cualquier caso, no olvides hacerle un mantenimiento anual con un técnico especializado en dispositivos de la marca de tu nevera para verificar que esté funcionando correctamente.
Deshidratar los alimentos
Al secar al máximo los alimentos, evitamos que la humedad sea una puerta de entrada para las bacterias que los descomponen. Por eso, aunque toma un poco más de tiempo, la deshidratación es el método que más funciona si lo que queremos es conservar los alimentos por un largo plazo, incluso años.
Para deshidratar un alimento, puedes ponerlo a secar al sol directamente, usar tu horno a muy baja temperatura o alguno de los dispositivos o productos para deshidratar que ya se encuentran en el mercado.
Carnes, pescados, frutas, verduras, cereales, setas, todo se puede deshidratar y posteriormente almacenar en empaques herméticos para que puedas consumirlo en tanto tiempo como quieras.
Conservar los alimentos en salmuera
Este método de conservación consiste en agregar sal a los alimentos, ya sea secos o en agua, y es ideal para conservar verduras porque la sal ayuda a la fermentación ácida.
Para conservar tus alimentos solo necesitas agregar una pizca de sal pura al recipiente con agua en el que los vas a almacenar. Y ojo con la cantidad de sal, pues esta puede afectar el sabor natural de los alimentos.
Mantener la nevera en orden
Mantener una nevera ordenada es un principio básico de conservación que te será útil en dos sentidos:
1. Te ayudará a saber qué tienes, en qué cantidades y en qué condiciones, y así podrás planear mejor tu alimentación.
2. Almacenar correctamente tus alimentos evitará contaminaciones cruzadas que afectan el aroma, el sabor y calidad nutricional de los productos.
Por eso, es fundamental usar recipientes que impidan la salida de fluidos y la entrada de bacterias, así como almacenar en la parte baja de la nevera aquellos alimentos que puedan desprender líquidos y guardar por separado los crudos y los cocinados.
Al usar técnicas para conservar tus alimentos notarás que podrás mantenerlos en buen estado por muchos más días, y seguro no tendrás que tirar nada a la basura. Así que ¡manos a la obra! Es hora de revisar qué tienes en tu despensa y de reorganizar tu nevera para darle paso a alimentos frescos y conservados.
Y, si te quedas corto de espacio, en Kalley contamos con un amplio portafolio de congeladores, que también puedes usar como refrigeradores, con diferentes potencias, capacidad de almacenamiento y accesorios que se adaptan a tus necesidades y las de tu cocina.